martes, 29 de junio de 2010

execrados (para pingüi)

somos los cabrones que se le escaparon a la probabilidad
dos incógnitos que gritan al cuchumbo de la vida
un par de dados que siempre caen en seis, o cinco punto cinco

los eruditos de la jayanada, que dan cátedra en los parques de antiguo
dos a los que la poesía se le había olvidado
aunque están hartos llenos de ella, o por lo menos de ironía

somos los profetas de murphy
que llevan la vieja mala de la realidad
pegándole en el hígado a la maldita costumbre de la monotonía
y pintadola con acrílicos venenosos pa’ que se muera de una vez

dos rocinantes en busca de su quijote
que cuando no se pelea con su dulcinea
se entretiene jugando a los sueños con tabaco

somos el chichicaste que se hizo capitalino a la fuerza
que se vino escarbando por encule a sus raíces
de finca y río, de café y lavaderos, de pepena y tuncos

solo somos dos locos en blanco y negro
dos malditos tercos, un poco mas adorable que un alacrán en las patas
que se atreven a reír, cuando la realidad se pone seria

somos la versión adulterada de los filósofos baratos
que todavía enamoran las estrellas
dos cangrejos de montaña, de palos mágicos y cabañas nacidas

ya no se que mas decir que somos
aunque las historias me embriagan la mente
somos la comida de los gusanos
que le toco las nalgas a la vida.

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