jueves, 13 de diciembre de 2012

Oficina

Perdóname si en la educación de mi repugnancia te abro la puerta para recordarte tu pestilente perfume, ya que de otra manera olvido disimular que ya no me trago que tus colmillos son de plata, y dime una cosa mas, anda, inventate una forma menos tosca y mas elaborada de por que te crees la razón ultima de una enfermedad llamada sociedad.

Se que no tienes argumentos y que le temes a mi muerte como a mi conocimiento y desfachatez de renunciar a tu matriarcado de hipocresías.

¿Aja? me gustaría usarte de motor para un iceberg con ruta al sol, pa' que veas que se siente estar en tu amoroso regazo...

Acá te va un verso elaborado:

"Inventemonos un verso de piedras azules y dientes que se le descargue al verdugo que me chupa la sangre, o por lo menos hazme veneno que sea inflamable al conformismo.

Dame la cuerda para ahorcarme y dejar depositado mi cuerpo a al que no se harta de comerme, Déjame ser libre en la incertidumbre de tus falacias."

Con todo esto ya no tengo que más decirte, mas te basta en tu hartura seguirte tragando sueños y quimeras, niños y nubes, ya con todo y más bajo tu obsceno peso no te queda otra que explotar en tu fetidez y revolcarte hasta que te deshagas.

Mientras tanto yo me iré a cazar mariposas.