Árboles torpes de melodías proscritas me rondan queriendo comer
olvidadas maletas de los viajeros cósmicos que me dejaron sin ninguna objeción
que sin ser su caudillo me conocieron muy torpe entre mis cien balbuceos
sigilosos guardianes de los secretos lunares que explotan sin llamar la atención
Ignominiosas noches de frutos podridos me rondan el apetito nocturno
no sin antes refugiar mis raíces entre los ácaros hirientes
los modestos confortes de mis cansados huesos
que se jactan de tiernos entre sus ternos hirvientes
Estrambótica forma de morir a lo sobrio
que me violas sin forma entre mi lecho normal
que me regalas tus fetos sin respetar mi mirada
sólidos gases que cuesta cargar
Tropelías eternas me rondan hoy muy hambrientas
en su misión insistente de querer despertar
divinidades paganas me rinden hoy culto
sin saber que por dentro las extraño mirar
