miércoles, 18 de abril de 2012

Proesa

A ti que se te hizo costumbre destripar tus victimas con la tu cachiporra viril de promesas en pleno patio de la catedral mientras el padre blasfema una misa a la cal que se le desprende a las tumbas de los guerreros sin nombre.

Este día de noches quiero (al menos por falta de puntería) darte un caluroso golpe justo en el broche que dice "Diputado".

Quiero ademas en nombre de todos los que somos perseguidos por el simple hecho de pensar escupirte el fuego de mis versos, cual cañal endiablado que busca en sus lenguas cantarle al Dios del cafetal una melodía en lengua pipil.

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