lunes, 16 de abril de 2012

no le digas a nadie



El vidrio le dijo a tu sonrisa que se guardara del lobo que sabia que caperucita era adicta al bosque que guardaba versos en un gnomo bailarín del vals del soldado que cambio su fusil por la guitarra azul del trovador cubano que fumaba un habano perdido en las selvas de la Bolivia que pario un Santo Universal que volaba por las noches de octubre donde los vientos saben de nostalgias perfumadas de olivo silvestre que solo crece en monte de los recuerdos de tu abuelo cuando te veía nacer en sus pupilas de pino inocente de abrazos cálidos de una tarde de cantos a las orillas de la cabaña del tío que que cantaba las canciones de aquel payaso que de reír lloraba pájaros inquietos de papel manila reciclado de aquella selva de esclavos con corbatas de ironía y universidad católica que bien quisiera pecar mas eficientemente allá donde la ética y moral se prostituyen al que maneje el mejor carro del año conectado por wifi al recurso infame de la red social que poco sabe de sociedad y que mucho come de la soledad que te hace llorar bits mostrando sus dientes de marfil del amarillo del que solo el mar sabe huir en esos momentos justos donde el sol hace su retirada majestuosa al aposento eterno que nos llama a la risa y al deseo justo de no decir mas que a aquellas palabras vacilantes que se me salen cuando no se que decir y portarme como un niño que cree ver en ti la madre de su corazón en la forma de la virgen perpetua a la cual quiere seducir con versos y sueños del que solo un colibrí podría saber... pero no le digas a nadie

No hay comentarios:

Publicar un comentario