martes, 27 de marzo de 2012

Promiscuidad



Rebolquemonos desde el cielo y pasémonos llevándonos ángeles en nuestro sudor, dejemos que nuestro aliento lleve lluvias y dediquemos un orgasmo a Dios, y así lleguemos al infierno y terminemos fundidos en un beso que le de envidia al mismo lucifer.